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DESARROLLO SENSORIAL PSICOMOTRIZ (página 2)




Enviado por Marco Mu�oz



Partes: 1, 2

ORIENTACIONES
METODOLOGICAS.
Desarrollo
 del  lenguaje
cuenta con una  frecuencia diaria,  ubicada
principalmente  en el horario de la mañana, para
llevar  a  cabo  el cumplimiento de los objetivos
mínimos esenciales.  No  obstante,  la
estimulación del lenguaje debe concebirse en todos los
momentos de  la vigilia  activa del niño,
durante la realización de las  más
 diversas actividades y procesos de
satisfacción de las necesidades básicas, e incluso
en aquellos momentos en los que el niño se centra en su
propia actividad, donde la lengua materna
debe mantener un contacto entre la actividad que realiza el
adulto y la del niño en sí.

Así,  cuando se baña al niño,
el educador (a) debe hablarle sobre lo  que están
haciendo, nombrarle los objetos que utiliza para el baño,
 señalarle verbalmente las partes del cuerpo que le
limpia,  las acciones que
realiza,  entre otras. Pero también, cuando el
niño  está en  el corral o el área
de gateo, y se entretenga en su propia actividad,  el
educador (a) debe hablarle pausadamente,
señalándole lo que está haciendo, elogiando
sus logros, nombrando los objetos que  manipula, etc.
Incluso, si el niño está aparentemente inactivo o
se concreta a  mirar tranquilamente  a su entorno, el
educador (a) le hablará de lo  que  ella
está haciendo, o de lo que otros niños
hacen, para mantener un  nivel de estimulación verbal
adecuado.Lo  importante es que el niño tenga una
atmósfera
sonora a su  alrededor,  en que las palabras se
expresen de manera clara y  comprensible, en  un tono
suave y mesurado, sin ruidos altisonantes que impidan  la
correcta  diferenciación  de los distintos
sonidos por el niño.  Esto debe alternarse con
períodos de silencio, que deben ser mucho menores en
número que aquellos en los que se propicia una
estimulación sonora.

Los  contenidos de Desarrollo del Lenguaje
responden a los  objetivos del primer ciclo aunque
están organizados en cuatro subgrupos etareos, 45
 días – 3 meses, 3 – 6 meses, 6 – 9
meses y 9 –12 meses,  con contenidos
específicos para cada uno de ellos, los que responden a
los objetivos generales  del ciclo del primer año de
vida. Estos contenidos  señalan que aspecto
básico de la formación del lenguaje está
sucediendo o predomina en el subgrupo en cuestión, pero
tienen un carácter
 general y se  trabajan de manera simultánea en
las  actividades, pues están estrechamente
interrelacionados.Por ejemplo, cuando en el subgrupo de 9 –
12 meses el educador (a)  realiza una actividad en la que su
contenido sea describirla al niño un objeto o  su
representación en una lámina, con el objetivo de
 que el niño incorpore esta palabra a su vocabulario
pasivo, a la vez estimulará al niño a que la
repita, tratando de incorporar los objetivos el vocabulario
activo en la misma actividad. Esto ha de constituir una
 norma general para la realización de todas las
actividades programadas en el primer  año de vida, y
solamente énfasis que pueda darse a un  tipo u
 otro de lenguaje indicará qué es lo principal
que  se propone el educador (a).En  establecimiento de
una sólida y estrecha relación afectiva  del
educador (a) con los niños, la pronta satisfacción
de  sus  necesidades básicas y la
estimulación más apropiada para una vigilia rica
son condiciones básicas previas para posibilitar la
asimilación de estos  contenidos, y fomentar en los
niños la comprensión e  imitación
activa de los sonidos de la lengua.Para  llevar a cabo esto
se utilizan como medios
esenciales  diversos tipos de objetos, tales como chinescos,
sonajeros, móviles, objetos representativos de animales,
muñecas, entre otros, cuidando que  sean de colores planos y
brillantes, de fácil manipulación y de diseño
reconocible.  Igualmente se utilizan objetos diversos para
ser mostrados  al niño durante la actividad
programada y que tienen  como  función la
asimilación de un conocimiento o
propiedad,
pero que no son para  ser usados libremente por el
niño durante la actividad independiente, por su
peligrosidad, posibilidad de piezas desprendibles, o de
emisión  de sustancias.  Estos juguetes se
mantienen fuera del alcance del niño y sólo
 se usan en la actividad programada con un adecuado
 control por parte
del educador (a).

También se pueden utilizar láminas
representativas de los objetos para establecer generalizaciones
más complejas.Para lograr que los niños se
interesen por los contenidos del desarrollo del lenguaje se hace
imprescindible una atmósfera agradable en  el
salón,  la utilización por el adulto de una
entonación suave  y  una pronunciación
adecuada, sin trastornos de los sonidos, que posibiliten una
diferenciación clara de los fonemas que el niño
debe asimilar. Estas condiciones básicas deben
acompañarse de actividades atrayentes y creativas que
estimulen a los niños a interesarse por la  comunicación oral.El Desarrollo del
Lenguaje se trabajará preferentemente en las
 condiciones del área de gateo y de sol para los
niños que ya tienen desplazamientos, y en el corral
colectivo o individual para los más pequeños.
Algunas actividades para el subgrupo mayor de 12 meses
 pueden ser efectuadas en la mesa baja, dadas las
condiciones de los materiales a
utilizar.

En  todos los procesos de satisfacción de
necesidades básicas  pueden incorporarse contenidos
del programa
sí así lo permiten las  condiciones, con el
fin de activar la comprensión de la lengua materna.
Durante el  proceso del
aseo se posibilita la introducción de contenidos tales  como
la estimulación del gorjeo y el balbuceo, o la
imitación por el educador (a) de todos los sonidos que el
niño emita. Mientras  se realiza el proceso de
alimentación se puede  llamar  al
niño  por  su nombre, o establecer la
relación entre el  objeto  y  la palabra,
 al denominar el jarrito o la cuchara. En la
preparación de la siesta de los niños es factible
utilizar diferentes entonaciones de voz  por el educador (a)
para ayudar a conciliar el sueño, tanto con  las
palabras, como con las nanas que se utilicen.

Estas  actividades programadas generalmente deben
tener un  carácter individual, si bien en
determinadas condiciones, pueden realizarse  con varios
niños simultáneamente, en dependencia de las
posibilidades  del contenido. Por ejemplo, si el educador
(a) está  en el área de gateo jugando con
algún objeto, puede prestar una mayor atención a los dos o tres niños que
le están más cercanos, y reforzar con estos la
denominación, ya que generalmente, los niños se
sienten atraídos por cualquier  objeto que les
muestre el educador (a). Lo importante es no  fijar esquemas
en este sentido, y el educador (a) puede desarrollar iniciativas
creadoras que le permitan una buena estimulación verbal de
los niños, que es la fuente para el posterior dominio de la
lengua materna.

Estas  actividades programadas tendrán una
duración entre 2 y 4  minutos.Los contenidos de
Desarrollo del Lenguaje se estructuran didácticamente por
subgrupos etareos, no obstante, para cada niño se
consideran de acuerdo con la evaluación
de su desarrollo. Esto quiere decir que si, por  ejemplo, el
niño tiene ocho meses y ya es capaz de  entregar
 un objeto que se le pide verbalmente, que es un contenido
del subgrupo  de 6 – 9 meses, se le debe estimular a
la búsqueda y entrega de este  objeto, que se
corresponde con contenidos del subgrupo siguiente, de 9 – 12
meses. Lo importante en esto es enfocar el trabajo
 de  esta manera creadora, y no propiciar una falta de
estimulación porque se considere incorrecto
metodológicamente el incluir contenidos de otros
subgrupos, esto lo determina el propio desarrollo del
niño, y el educador (a) deben estar bien conscientes de
este enfoque.Un  contenido de singular importancia lo
constituye la estimulación para  el surgimiento del
complejo de animación, pues el mismo  es  la
base para la realización de otras actividades. Para lograr
su manifestación el educador (a) ha de colocar al
niño boca arriba acostado preferentemente  en
 el corral colectivo, y a continuación,  lo
 estimulará verbalmente  procurando centrar la
visión del niño en su  rostro.  Es
importante recordar que el rostro del educador (a) debe estar en
 movimiento
mientras estimula al niño, pues de lo contrario, la
 respuesta será débil o puede no producirse.
Esta estimulación provoca una animación general del
niño, que realiza movimientos con sus brazos y
 piernas, a la vez que emite sonidos guturales.

La animación general que se provoca en el
complejo de animación  sirve para  la
 puesta en práctica de otros contenidos, como
 puede  ser  la estimulación verbal del
gorjeo y el balbuceo, o la repetición de los sonidos
espontáneos  emitidos  por el niño. En la
estimulación del gorjeo  es  importante
 repetir de la manera más exacta  posible
 los sonidos guturales que dice el niño, que a veces
conduce a la emisión de  un sonido continuo
que ha de ser repetido por el educador (a). Es  de
señalar  que en esta ocasión resalta la
concentración del niño en  el rostro  del
educador (a), lo cual es un signo evidente de un  comportamiento
verbal activo por parte del pequeño.De igual manera para
lograr la repetición por el niño de los
 sonidos que produce el adulto, a partir de la
manifestación, del  complejo  de
animación,  que es la primera expresión del
desarrollo  afectivo social, constituye un elemento
importante la
comunicación oral entre el niño y el educador
(a).En  el subgrupo de 45 días – 3 meses los
sonidos que emplee el adulto han  de ser siempre de vocales
seguidas de consonantes (Ej.: aj, am,  ej  ik, ur,
etc.), luego a partir de 3 – 6 meses sonidos de consonantes
seguidas de vocales (tales como: ma, ta, ne, po, ri, mu, etc.). A
partir de  6 – 9 meses  los sonidos pueden
incorporar una  vocal-consonante – vocal  (ej:
ama,  eto,  iso, upa,
etc.) y utilizar una combinación  de  las formas
anteriores con una expresión vocal prolongada.Es
importante saber que en el tránsito entre el subgrupo de 6
– 9 meses hacia  el de 9 – 12, el niño puede
reproducir el sonido sin  una  exacta relación
fonética, y esto es perfectamente normal. Ya a partir
 del último trimestre sus reproducciones mantienen
una  relación fonética semejante a la que
emite el adulto.

A partir del subgrupo 3 – 6 se ha de comenzar a
trabajar en los  contenidos referentes a la
utilización de diversos movimientos, en forma de juegos  o
acciones psicomotrices, que se asocian con palabras
 determinadas para  establecer la relación entre
estos movimientos y las  palabras que  se
acompañan, ejemplo, en 3 – 6 meses se puede tomar el
niño por debajo  de las axilas y elevar su cuerpo
hacia arriba repitiendo  verbalmente "arriba" o "sube-sube"
y luego descenderlo diciendo "abajo " "baja – baja".  Esta
actividad suele gustar mucho a los niños,  y puede
realizarse  en cualquier momento de la vigilia activa ¬
menor a  continuación  de la
alimentación. En los subgrupos mayores  estos
 juegos pueden asociarse a acciones más complejas, y
que impliquen una  imitación activa por parte del
niño, como sucede con los conocidos juegos de "las
tortitas", "Tun tun en la naricita", o cualquier otro que
considere el educador (a).Desde  el subgrupo de 3 – 6
meses en adelante se han de trabajar  aquellos contenidos
dirigidos a la utilización de diferentes
 entonaciones en  el contacto verbal con el
niño, el un principio  más simples  y
contrastantes, como puede ser la diferencia entre una misma
 palabra emitida de manera grave y aguda, hasta otras
más complejas que puedan expresar asombro, enfado, etc.
Para ello podrán usarse objetos,  láminas o
situaciones de juego o de la
vida cotidiana. En las situaciones más simples una misma
frase o palabra puede variar su tono acorde con la
situación, en las más complejas es importante que
el tono se  relacione con acciones específicas que
los reflejen, por ejemplo si se  les muestra al
niño un juguete en una actividad, el educador (a) puede
exclamar "Oh lindo perrito" para reforzar el asombro que esto
provoca y concretar este tono oral para situaciones
semejantes.

Relacionado con lo anterior, desde el subgrupo de 6
– 9 meses se empezarán a usar las primeras palabras
prohibitivas, tales como,"no", ante situaciones que lo demanden.
En este caso se usará un tono ligeramente severo, pero sin
estridencias, basta con que el niño detenga su
 acción o centre su mirada en el educador (a) para
considerar que se ha obtenido el logro. En el subgrupo mayor,
pueden incorporarse expresiones  algo
más complejas como "no se puede", aprovechando una
mayor comprensión del habla por parte del niño. Es
importante que al usar estas palabras el rostro del adulto se
mantenga sereno, sin que sea necesario mostrar enojo extremo,
pero tampoco hacerlo riendo, porque esto no ayudaría al
niño a diferenciar.A  partir de 6 – 9 meses se
incorpora un contenido importante, que  consiste  en la
búsqueda de objetos que caen, desaparecen  siempre
 a  la  vista del niño. Para ello, bien en
el área  de  sol  o gateo, o en la mesa
baja el educador (a) tomará un juguete interesante y
utilizando un pañal, una hoja de papel o
cartón, lo ocultará cuidando que el niño lo
está mirando, luego le dirá  "dónde
está… cógelo!. También  el
niño puede estar de pie junto a la baranda del
 corral,  y llamándole su atención sobre
el objeto, dejar que este caiga al suelo, repitiendo
las mismas o semejantes frases. El educador (a) debe controlar
que  ella no se incline hacía donde el objeto
cayó o  se  oculta,  lo importante  es
 que el niño se estimule con la orden verbal.
 También puede usarse una cucharita en la mesa baja y
golpeando la mesa con  la misma, dejarle caer por un borde
cercano al niño y demandas su búsqueda. Este
contenido puede combinarse fácilmente con las entonaciones
 de las palabras, o el cumplimiento de órdenes
sencillas.También a partir del subgrupo de 6 – 9 meses se
comenzarán a  utilizar diversos  sonidos
onomatopéyicos para que sirvan de apoyo en  la
 comprensión de algunas palabras, si bien debe
existir acuerdos entre las diferentes educador (a) para su
pronunciación. Esto quiere decir que  si para
 el sonido onomatopéyico se selecciona "jau, jau", no
 se deben introducir  variantes como "gua.gua o "jauf,
jauf", si bien la  selección
del tipo de sonido es libre.

Estos  sonidos onomatopéyicos se
trabajarán tanto para el  desarrollo del lenguaje
pasivo como el activo, pero cuando se demande  verbalizar
alguno,  el educador (a) debe estar segura de que ya el
niño  lo  tiene incorporado en su
comprensión. Es importante que siempre" que se utilice
 en  una u otra forma el sonido onomatopéyico se
 acompañe  de la significación correcta
de la palabra, como por ejemplo, "el educador (a) diga".
¿Qué  lindo el jau-jau, el perro ¡ o
Cómo dijo el niño?, El  jau – jau
¿ Qué bien, el perro ¡ Sin que exija que el
niño pronuncie la  palabra correcta? En el
último subgrupo existe un contenido que reviste una
particular importancia,  y  que puede combinarse con
otros:  la  realización de acciones
objetales para el surgimiento de generalizaciones
 elementales de la palabra. El logro aquí
estará dado cuando el niño sea capaz de reconocer
el objeto independientemente de su variedad, diversidad o
localización.  Para ello se hace necesario utilizar
diversos tipos  de un  mismo  objeto: en colores y
materiales diferentes y  ubicarlos  en posiciones
distintas. Este contenido propicia la creación de
múltiples actividades combinadas, como el cumplimiento de
órdenes sencillas, la demostración  de
acciones objetales y sociales simples, la descripción de  láminas, la
realización de juegos en que  se verbalizan
 objetos iguales y diferentes, etc., lo importante en todas
ellas es  que  se mantengan los principios
siguientes:- Que los objetos iguales varíen en su forma,
color,
tamaño, textura, complejidad, etc.- Que se utilicen
diversos objetos y no concretarse a una sola familia de
ellos.- Que  se coloquen en distintas posiciones y
localizaciones,  bien  al utilizarlo individualmente o
en conjunto.

Desde el subgrupo de 3 – 6 meses aparece el
contenido de llamar al  niño por su nombre, y
particularmente en este subgrupo el educador (a) ha de insistir
 en señalar al niño que llama, mediante
 gestos  y acciones psicomotrices,  para  ir
asociando este sonido (el nombre del  niño)  a
 una acción directa hacia el niño en
particular.En los subgrupos mayores hay que tratar de que se da
una reacción de respuesta del niño al escucharlo:
fijar la vista, observar al adulto, detener  su juego y
mirar, etc. También se le debe llamar desde
 algún lugar alejado, y tratar de provocarle una
reacción.Específicamente  en  el subgrupo
mayor se debe trabajar para  que  el niño
reconozca el nombre de quienes lo atienden, así como el de
 otros niños. Esto se logra llamando a otra educador
(a) por su nombre y diciéndole al niño:
"Dónde está  Rosa… Aquí está
Rosa! Que en este caso hará algún gesto o
acción psicomotriz hacia el niño.Cuando  ya el
niño reconozca, se tratará de que verbalice algunos
 de los  nombres que ya identifica, uniendo a la
técnica  anterior  frases tales como: A ver,
llama a Rosa!", Rosa, Rosa ven acá!, Quien a su vez
estimulará al niño en este sentido.Finalmente, y
aunque no debe constituir una exigencia para  el
 niño, cada vez que éste reclame o solicite
del adulto, mediante una  palabra aislada  o de un
gesto, o el educador (a) intuya que el niño la reclama,
debe enfatizarse el darle la respuesta utilizando frases  de
varias palabras, para estimular la comprensión del
niño. Así, por ejemplo, si éste dice "zapato
o cualquier sonido que se sabe significa lo  mismo, "apo o
"pato",  el educador (a) podrá exclamar.
 ¡El  zapato del niño!, Qué lindo
está el zapato¡ o cualquier frase semejante en
relación con lo que el pequeño quiere.

Un  aspecto importante del trabajo educativo en
primer año de vida  lo constituye la
ejercitación de las estructuras
 fonatorio – psicomotrices  del niño,
porque en la medida en que el niño tenga desarrolladas
 dichas estructuras y domine los movimientos posibles de
realizar con  estas, igualmente se posibilitará una
mejor emisión de los sonidos dependientes de tales
estructuras.

La  ejercitación  de estas estructuras
comienza desde el  primer  subgrupo  de 45
días a 3 meses. En este subgrupo se realiza durante el
 proceso de  la alimentación, es decir, cuando
se le da al bebé el agua  o
 la leche.
 Como se sabe, la succión es un reflejo innato, que
 posibilita la supervivencia del recién nacido. Por
esta actividad refleja, cualquier objeto que contacte en
área de los labios del niño determinará de
 inmediato un movimiento de la lengua hacia la zona  de
 la boca donde se siente el contacto aprovechando esta
particularidad  refleja, en  el momento en que se le
vaya a dar el biberón al niño, de  manera
dulce  y tranquila, se tocará con la punta del
biberón la comisura  de los labios del niño,
lo que conducirá a un estiramiento de la lengua en esa
dirección. Luego se repetirá la
acción con la otra comisura, de inmediato  en
 el borde superior del labio y, finalmente en  el
 borde inferior,  para provocar un movimiento de
rotación de la lengua. Esto puede hacerse tanto al inicio,
como durante el curso de la  toma  del agua  o
leche, en dependencia de la reacción del niño, pues
si  tiene mucha hambre,  es mejor satisfacer primero su
 necesidad  inicial  y cuando se interrumpa el
proceso para sacarle el aire  o
cambiar de posición,  se  pueden ejercitar las
estructuras psicomotrices en  la  forma indicada.Este
 tipo  de  ejercitación se mantiene durante
el subgrupo  de  3 – 6 meses.  En el
subgrupo de 6 – 9 meses se introduce una nueva  forma
 de ejercitación que consiste en enseñarle al
niño como dar besos,  y en los que el adulto
exagerará el funcionamiento de los labios en  forma
de "trompita", como suele comúnmente decirse. Una vez que
el niño imita estos movimientos,  se  le pide
alternativamente que le dé un  beso suave, o un
beso fuerte al educador (a), lo que previamente se le
habrá enseñado. Esta ejercitación puede
acompañarse tanto del sonido natural como  del
onomatopéyico del beso, para reforzar la
comprensión  de  la actividad. Lo fundamental es
que el niño estire los labios en forma de trompa  y
aunque no logre dar el beso como tal, se cumple el objetivo
propuesto en la ejercitación.

En  el subgrupo mayor se pueden realizar una serie
de ejercitaciones psicomotrices  más complejas, dadas
las posibilidades de una mayor  comprensión  del
habla adulta por parte del niño.  Estas
ejercitaciones  se hacen sobre la base de acciones
imitativas, y pueden incorporarse como juegos dentro de la propia
actividad independiente, y no concretarse a realizarlo  en
 la actividad programada. Entre las  mismas
 está  el inflar cachetes y botar el aire
abriendo la boca,  soplar "velitas realizar  chasquidos
con la lengua, etc. Igualmente estos contenidos pueden combinarse
con aquellos que se refieren a la imitación por  el
educador (a) de los sonidos que emita el niño, tales
como vocalizaciones, estornudos, bostezos, trompetillas,
entre otras, e incorporarlos como acciones de "juego conjunto.La
 evaluación del desarrollo del lenguaje en este
año de vida  estará en relación con el
cumplimiento de los objetivos del ciclo, que se van venciendo
parcialmente en los subgrupos de acuerdo con los logros  en
cada  uno de ellos, y que se establecen en los
índices del  desarrollo neuropsíquico
 del año de vida. Desde este punto de vista al
concluir la  etapa debe  haberse conseguido que el
niño sea capaz  de imitar activamente los sonidos,
que por su comportamiento pueda considerarse que  exista una
cierta comprensión del habla de los adultos expresada en
una respuesta dada ante la estimulación verbal, y que sea
capaz de tener incorporada al menos una palabra significativa,
entendiendo como tal  una palabra que designe propiamente al
objeto u objetos, a  una persona o a una
acción específica, y no a otros objetos,
 personas o acciones, independientemente de su
pronunciación correcta.

El educador (a) tendrá presente que, como la
mayoría de los niños comienzan  a los 6 meses
en los Centros educativos, en algunos  casos
 será necesario partir de contenidos de subgrupos
anteriores, cuando no tengan alcanzados  los índices
correspondientes del lenguaje, para poder
desarrollar con efectividad los contenidos siguientes.

TRABAJO CON LA
FAMILIA
.El trabajo con la familia ha
de hacerse de forma diferenciada, teniendo en cuenta las características individuales de los
niños y padres.Considerando  la  estrecha
relación que guarda la afectividad  con  el
desarrollo  del niño en estas edades, se
insistirá con los padres,  en la importancia de
proporcionarle un ambiente de
afecto y seguridad,
 a la vez que se estimula para su desarrollo.Se les
explicará además, la necesidad de:- Hablarle y
sonreírle al bebé cuando lo alimenten, aseen, y en
 todas las actividades que realicen con él.- Repetir
 los  sonidos, sílabas y palabras que el
niño vocalice,  e introducir otros nuevos para que
él los imite.- Realizar juegos "al escondido" y
"dónde está?", Primero con la cara del adulto y
luego con otros juguetes y objetos.- Llamar al niño por su
nombre, así como a otros miembros de la  familia,
para que él aprenda a identificarlos.- Darle
órdenes sencillas al niño a partir de los seis
meses, empleando  un  tono de voz suave y
cariñoso, acompasadas  de  gestos,  por
ejemplo "dame la mano", "toma el chinesco", "dame un besito".-
Colocar el bebé ante un espejo para que reconozca su
propia imagen y la de
otras personas.- Al  final del primer año se le debe
enseñar al niño láminas y  fotos de revistas
y libros y
conversar sobre las mismas.- Jugar con el lactante, y
enseñarlo a imitar los sonidos de las cosas que va,
así como a soplar velitas, plumitas, y papelitos. El
educador (a) deberá orientar a los padres sobre las
denominaciones que  se dan  en el centro educativo a
los diferentes  objetos  y  los sonidos
onomatopéyicos que los caracterizan, de modo  que se
mantenga una unidad entre las exigencias del hogar y la
institución. Para  orientar a los padres se
aprovechará todos los contactos que  se tengan con
ellos, siempre empleando formas positivas, y realizando  un
trabajo educativo, no impositivo. Esta debe ser una tarea
planificada y organizada, y los docentes deben preparase para
realizarla.

 

EDUCACION
MUSICAL

PRIMER CICLO. (Primer año de vida))

CARACTERIZACION
DEL PROGRAMA.
En este año de vida la Educación Musical
ocupa un lugar importante  en el proceso pedagógico,
ya que mediante los contenidos del programa  se introduce a
los niños en el mundo sonoro y enriquece  sus
vivencias, por lo que se aprovechará los horarios de
vigilia, la preparación para el  sueño,
 los procesos de alimentación y baño, para
educar su  oído
musical y el sentido del ritmo. La música
desempeña un papel fundamental en el proceso de comunicación emocional con el adulto, ya
que estimula al niño a mantener un  estado alegre
y activo. La percepción
de los sonidos musicalizados prepara al niño para la
emisión de las primeras palabras, de ahí la
importancia de lograr un ambiente musical permanente en la sala
de lactantes.

OBJETIVOSEl
educador (a) ha de trabajar para que los niños:­
Reaccionen con alegría ante el sonido musical.­
Realicen movimientos corporales con estímulos musicales.
CONTENIDO­ Desarrollo
del oído musical:

– Audición  de  música: vocal e
 instrumental, motivos folklóricos (canciones
infantiles. Percepción de las variaciones del sonido por
su timbre.­ Desarrollo rítmico:

– Imitación de sonidos por su ritmo.

– Establecimiento de relación movimiento ­
estímulo musical.

ORIENTACIONES METODOLOGICASEl educador
(a) musical desempeña un importante papel en la
 preparación del personal docente,
en la ejercitación del Repertorio Infantil y los Juegos
Rítmicos – Musicales.Por  estar presente la
Música en todo momento del día, no se  concibe
como actividad programada, y no se confecciona planeamiento. De
 45 días a 3 meses  se escoge un contenido
para el desarrollo  del  oído musical y a partir
de los tres meses en adelante se escoge un contenido  para
 el desarrollo del oído musical y otro  para
 la capacidad rítmica.La  actividad para
establecer la relación movimiento ­ estímulo
 musical, no se puede realizar después del horario de
alimentación, ya que puede  provocar  la
devolución de los alimentos
 (vómitos),
o puede afectar el proceso digestivo.DESARROLLO DEL OIDO
MUSICAL

Audición de la música.Los procesos y la
vigilia resultan momentos importantes para la
 audición  de diferentes tipos de música,
por ejemplo, en la recepción  se le cantará a
los niños canciones que provoquen un estado de
ánimo que favorezcan la separación de la madre.Para
 la  hora de siesta se cantarán nanas en tonos
suaves o  se  hará escuchar  en
instrumental. Durante la vigilia se pueden  utilizar
 los motivos folclóricos para estimular los
movimientos rítmicos del  niño, y para
realizar acciones de bailar o dormir la muñeca.En los
procesos de alimentación y baño se cantarán
canciones  alusivas a dichos procesos u otra música
infantil.Todas  estas  audiciones favorecerán,
no sólo el oído musical,  sino también
la comprensión del lenguaje del adulto.Las canciones
pueden ser cantadas a capella, tarareadas, con
 acompañamiento de instrumentos o pueden ser
instrumentales  (radiales o grabadas. El canto debe ser
suave, sin esfuerzo, dentro de la métrica y
expresión requerida, atendiendo al carácter y
género
de la música.Cuando se acompaña la canción
con un instrumento melódico (guitarra, melodium, triola. O
de percusión (triángulo, claves), el educador (a)
 no puede olvidar)  que su percusión no debe
realizarse fuertemente  para esta edad, ya que puede afectar
el estado
emocional de los niños.

CUALIDADES DEL SONIDO

Timbre.Para  trabajar  el timbre como cualidad
de sonido, se debe  tener  en cuenta  los sonidos
del medio de forma natural, teniendo presente  las
características del medio, que son las más cercanas
al niño, ejemplo: el canto de los pajaritos, sonidos
onomatopéyicos de animales  (gato, gallo, vaca,
perro, etc. Estos le llegarán al niño  de
 una  forma agradable,  evitando que sean
estridentes, ya que perjudican  el  buen desarrollo del
oído que en estas edades es tan sensible.Si  los
 niños no pueden percibir estos sonidos de forma
 natural,  el educador (a) puede reproducirlos mediante
efectos similares ejemplo: para obtener el sonido del pajarito se
utiliza un corcho, se moja y frota sobre  una botella, dicho
sonido varía según el tamaño de estos
 objetos.Mediante  el canto del educador (a) los
niños perciben el timbre de  su voz, el cual puede ir
variando con diferentes tonos, sin llegar a  ser demasiado
fuerte, sino moderando la. Los sonidos pueden  musicalizarse
de diferentes formas: con vocales, sílabas, onomatopeyas,
palabras  y nombres, de esta manera desarrollamos el
oído musical del niño.  Por ejemplo llamar al
niño por su nombre con melodía, (remitirse al
folleto, por ejemplo N° 1. Para  trabajar el timbre y
proporcional niño diferentes sonoridades se pueden
utilizar las vainas de flamboyán, sonajeros
 confeccionados con diferentes materiales y semillas de la
naturaleza que
no ofrezcan peligro para los niños; con instrumentos
industriales como el triángulo,  maracas, claves,
guitarra, triola, melodium u otros  también  se
logra este propósito.DESARROLLO RITMICO

El desarrollo rítmico se manifiesta en todas las
actividades y  procesos  del hombre, cada
persona imprime un ritmo a su propia vida, a  su lenguaje, a
su actividad fundamental ¬ cada ser humano desde su
nacimiento  tiene su propio ritmo: en la respiración, en  las pulsaciones del
corazón, el llanto, sus primeros balbuceos,
en su andar, es  decir que el ritmo está sin dudas,
diariamente unido al cuerpo humano.
En  este  año de vida el adulto tiene un papel
muy importante  en  el desarrollo rítmico del
niño, pues mediante el contacto emocional puede provocar
sus movimientos ante cualquier estímulo musical. Ritmo del
Lenguaje.Desde el subgrupo de 3 – 6meses se comienza a trabajar
el inicio  del desarrollo de  las capacidades y
habilidades rítmicas  a  través  del
ritmo  del lenguaje teniendo en cuenta los contenidos de
 estimulación verbal  de Desarrollo del Lenguaje
con diferentes valores musicales (negra, blanca, corchea),
remitirse al folleto 3,  ejemplo  N°.2. Puede
utilizarse  otros ejemplos o combinaciones  que el
educador (a) considere necesario.

Posteriormente se podrán utilizar los ejemplos
dados o ligados a otros movimientos.

Ejemplo:  Hacer cabalgar a los niños sobre
la rodilla del educador (a) suavemente, acompañado de
la canción "Arre caballito". A los  niños
desde  los 3 meses, el educador (a) los estimulará
para desarrollar  el ritmo con canciones que se
acompañan con movimientos, por ejemplo: en "Las
 tortitas, se tomarán las manos de los
niños marcando  el  pulso mientras se canta la
canción Entre  los 9 y los 12 meses, el educador (a),
siguiendo el ritmo  de  una canción, deja que
los niños por si sólo hagan las
tortitas.

Pueden  utilizarse  otros  como "Tun tun
en la naricita", "Topiton",  "El pollito", "Arre caballito",
"Aserrín, aserrán", etc.

En el subgrupo de 9 – 12 también se
podrá jugar con los niños flexionando  el
 tronco con "Merengues u otras  canciones
 sugerentes. El educador (a)  tiene que realizar este
movimiento conjuntamente  con  el
niño.MOVIMIENTOS CORPORALESPara el desarrollo del ritmo el
educador (a) puede hacer escuchar  música de ritmos
variados que posibiliten las respuestas  corporales
 con movimientos, para lo  cual se
realizará de forma que  destaque  el
movimiento, puede utilizarse diferentes  objetos como
 banderitas, chinescos, muñecas, etcétera.Otra
 tarea  que puede hacer el educador (a) es: mostrar
juguetes a  los niños asociándolos a
diferentes tipos de música, ejemplo: realizar  la
acción de dormir una muñeca mientras hace escuchar
una melodía  suave, lenta como una nana.

Realizar con el niño la acción de subir y
bajar la rampa escalera con canciones: "La escalerita", "La
estrellita", u otras melodías donde se aprecie la escala ascendente
y descendente.

Para la percusión corporal, el docente
estimulará al niño a acompañar con
palmadas la música o ritmo que escuchan, para esto, ella
 marcará el pulso con percusión en diferentes
partes de su cuerpo, que pudiera ser por ejemplo: percutir palmas
contra palmas, palmas sobre la cabeza, palmas sobre los muslos u
otras partes que considere.Dada  las
 características de esta edad es posible que algunos
 niños hagan palmadas o intentos de ellas buscando
imitar al educador (a. Pero  lo más importante es
destacar bien los movimientos y  el ritmo que se percuten,
para que pueda contribuir al futuro desarrollo rítmico de
los lactantes y no buscar una respuesta inmediata de los
 movimientos o de la percusión corporal por parte del
niño.Para  contribuir al desarrollo del aspecto
rítmico se utilizarán  los juegos
rítmicos con diferentes partes del cuerpo.

Ejemplo:  Pipirigallo.  Juego  de manos
con las palmas hacia  abajo, pellizcar brevemente la mano y
dedos del niño, mientras se dice rítmicamente
 la letra. Se la enseña al niño que al
terminar de  decir el juego  el educador (a), él
debe quitar la mano con cierta  rapidez, para evitar que el
gallo lo pique.

Texto  pipirigallo. Pipirigallo montando a caballo,
pasa un  malojero vendiendo romero, le pide un poquito para
mi pollito que estaba malito de una patita, no me lo quiso dar,
me eche a llorar, con un paliquín, me hizo callar. Quita
la mano que te pica el gallo.

TRABAJO CON LA
FAMILIA
Es necesario lograr la continuidad en el hogar de
la tarea educativa, por  lo que se debe orientar a los
padres que música debe escuchar  el niño,
 en que momento, y los juegos rítmicos musicales
propios  de la edad.Se  les
enseñará  la letra, melodía de las
canciones y  cómo  realizar los  juegos
rítmicos musicales "Las tortitas", "Tun tun en la
naricita", "Topitón", "Arre caballito", "El pollito",
"Aserrín, aserrán".Es  importante
 preparar  a la familia para la realización
 de  estas actividades musicales en los diferentes
momentos de vigilia  de  los niños,  para
lograr una reacción positiva ante la música
 sin olvidar que  en esta edad, al ser percibido el
estímulo musical por  el niño, éste
reacciona emocionalmente, expresándose por medio de una
sonrisa, gorjeo ¬ balbuceo, distintos movimientos corporales,
o sencillamente se quedan tranquilos como extasiados.Para
 la percepción del timbre, se propiciará que
los niños  escuchen las  voces de los adultos
que los rodean, y se les  llamará  por  su
nombre con voz suave, o mediante el canto.Se pueden utilizar
otras canciones infantiles y juegos rítmicos
 conocidos  por  el personal docente y audiciones
de fragmentos  de  música culta
instrumental.

OBJETIVOS
GENERALES

PRIMER CICLO­ El educador (a)
trabajará para que el niño:- Reaccione
positivamente, manifestando adaptación a los cambios
 ambientales,  de  su entorno y  muestre
disposición  para  la realización de las
diferentes actividades.- Manifieste  un  estado
emocional positivo cuando el adulto  lo  atiende,
estimule y cuida de él, y no muestre reacciones
 negativas al estar junto a otros niños al compartir
espacio ý atención.- Manifieste hábitos
alimentarios correctos en relación con  distintos
 alimentos  que se le ofrecen y  formas
elementales  de hábitos higiénicos.- Reaccione
 activamente ante el sonido, olor, textura, color  y
movimiento de los objetos.- Reaccione positivamente ante la
estimulación táctil.- Ejecute movimientos
fundamentales como: giros, gateo, sentarse, pararse, caminar con
apoyo y caminar independiente.- Realice diversas acciones de
manipulación activa con los objetos.- Establezca
relaciones elementales entre los objetos e inicie la
realización  de acciones imitativas en
correspondencia  con  la función social de los
objetos de la vida cotidiana.- Tenga un desarrollo del lenguaje
que le permita la reproducción de los sonidos, la
comprensión elemental del habla del adulto y la
emisión de algunas palabras significativas.­ Reaccione
positivamente ante estímulos sonoros musicales.

LOGROS DEL
DESARROLLO
.- Mantiene  un  buen estado
emocional por  períodos prolongados. Manifiesta una
comunicación afectiva positiva con  el  adulto
 (que  se  expresa en la sonrisa, movimientos,
 vocalizaciones etc.- Acepta  distintos alimentos de
diferentes sabores, texturas y temperaturas. Come de la cucharita
cuando el adulto lo alimenta y bebe por sí solo del
jarro.- Reaccionar ante el sonido, el color el movimiento de los
objetos y del medio que lo circunda.­ Agarra objetos
pequeños con dos dedos.

­ Explora los objetos al tocarlos, frotarlos,
golpearlos, etc.

– Imita  algunas acciones sencillas que el adulto
 le demuestra, (meces la muñeca, dar de comer al
osito, etc.)- Establece relaciones elementales entre los objetos
al  realizar algunas  acciones simples como poner uno
sobre otro,  tapar y destapar.- Camina con movimientos
descoordinados.- Trepa a un plano horizontal con apoyo de todo el
cuerpo.- Lanza objetos.- Repite  algunos sonidos y llega a
pronunciar algunas palabras (sin señalar limite o
número).­ Cumple una acción ante una sugerencia
verbal.- Reconoce  por su nombre las personas que
están en contacto  con él, así como
algunos objetos.­ Disfruta y participa en sencillos juegos
rítmicos musicales.

EDUCACION
SOCIO-MORAL

PRIMER CICLO. (Primer año de vida))

CARACTERIZACION
DEL PROGRAMA
.

La  educación  socio
moral ocupa un
lugar central en este  ciclo  por cuanto  sus
objetivos están encaminados, conjuntamente con el resto
 de los programas, a
garantizar en el niño un adecuado desarrollo
 emocional y la formación de correctos hábitos
alimentarios, de ahí su contribución decisiva al
desarrollo psíquico y físico .

En este trabajo el adulto desempeña el papel
fundamental. Es el encargado de satisfacer las necesidades
básicas del niño pues garantiza el cumplimiento del
horario de vida y le brinda todo el afecto que  necesita
 para lograr un adecuado desarrollo emocional, lo que
constituye la base de su desarrollo moral.

Este programa no tiene frecuencias en el horario de
actividades,  pues sus contenidos se trabajan en todos los
momentos de la vida del niño y mediante todas las
áreas de desarrollo, por lo que el mismo constituye
 un documento de trabajo diario del educador (a). Especial
importancia tiene por ello la orientación y
cooperación de la familia, pues esto garantiza la
consistencia educativa necesaria para el logro  de los
objetivos propuestos.

Es importante destacar que con este programa se
contribuye al  cumplimiento de los objetivos del ciclo, por
cuanto los logros de esta  área son  la base de
las adquisiciones fundamentales del niño en su
 primer año de vida.

El educador (a) trabajará para que los
niños del ciclo:

– Reaccionen  positivamente,  manifestando
adaptación  a los  cambios
ambientales.

– Muestren disposición para la realización
de las diferentes actividades.

– Manifiesten un estado emocional positivo cuando el
adulto los  estimule y cuide de ellos, y al compartir
espacios de atención al  estar junto a otros
niños.

– Acepte los alimentos que se le ofrecen.

– Incorpore formas elementales de hábitos
higiénicos culturales.

ORIENTACIONES
METODOLOGICAS
.

La estrecha relación que existe entre el
desarrollo psíquico y emocional,  hacen del primer
año uno de los períodos más importantes
 en  la vida  del niño, por cuanto se
sientan las bases de todo su desarrollo posterior.

Para  desarrollar  bien este trabajo es
necesario que el educador (a) conozca que:

Las  emociones
constituyen la primera señal mediante la cual  el
 niño puede expresarse, y en el recién nacido
se manifiestan como reacciones incondicionadas del organismo a la
satisfacción e insatisfacción de  las
necesidades  orgánicas, por ello en un
 principio existe un predominio de emociones negativas pues
son las únicas vías asequibles al recién
nacido para expresar sus necesidades. Luego aparecerá
 la sonrisa, al principio derivada de la satisfacción
de sus necesidades, y después como respuesta a la
estimulación del adulto y  al contacto con  los
objetos, y hacia el tercer mes el "complejo de animación",
estado  de  satisfacción generalizado ante la
 estimulación,  el  cual constituye la
primera comunicación
social del niño.

Hacia  los cinco meses comenzará a
reaccionar a la voz del  adulto  en dependencia de su
entonación y manifestará reacciones de temor ante
la presencia  de un extraño o un estímulo
cualquiera que  haya recibido refuerzo  negativo; y de
alegría ante juguetes y objetos  interesantes  y
ante acciones realizadas por ellos mismos. En la medida  en
que el niño crece y pasa de un estado de inactividad a uno
de actividad, comienzan a surgir las emociones positivas
 que  paulatinamente han de predominar, si el proceso
educativo se dirige acertadamente.

En este trabajo la institución y la familia
desempeñan un papel fundamental,  ya que son los
encargados de hacer reaccionar  con  emociones
positivas  al niño, para ello es necesario tener en
cuenta  además  de las características
etáreas e individuales las siguientes
recomendaciones:

– Identificar   sus  necesidades,
 para satisfacerlas  con   amor
  y alegría.

– Alimentarlo a su hora.

– No permitirle que llore por períodos
prolongados.

– Atenderlo  cuando  está  triste,
grite, está irritado, llore  o  se
agite.

– Responder a su sonrisa y estimularlo a que
sonría.

– Hablarle mucho y suavemente.

– Cargarlo, acariciarlo, arrullarlo y cantarle
canciones.

– Aprobar y celebrar sus gracias.

– Cambiarlo de posición en la cuna o corral si no
lo puede  hacer solo.

La primera sonrisa social y la animación general
del niño aparecerán cuando los estímulos
verbales son con voz suave y cariñosa, cuando  lo
acarician y le sonríen. El estado emocional positivo es
condición necesaria para el desarrollo exitoso  y el
logro de una conducta activa y
equilibrada,  a  tales efectos,  durante la
vigilia debes velar porque el niño  siempre
 está activo y juegue con los juguetes, reciba
estimulación para alcanzar el objeto que le atrajo, y una
vez alcanzado realice acciones con él, que finalmente
tengan un propósito y le permitan asimilar las funciones de los
objetos.

A  veces es necesario cargar al bebé,
caminar con él, atraer su  atención
 hacia  los objetos que no ve desde el  corral.
 Se  recomienda cargarlo cuando está tranquilo,
cuando no está gritando, porque de lo contrario  se
le puede crear el hábito negativo de utilizar  el
 grito para que lo carguen.

También,  durante  la  vigilia, se
puede dejar a ratos solo,  de  lo contrario  se
habituará a que le entretengan todo el tiempo y
 llorara por la ausencia del adulto.

Siempre  se  le  hablará con voz
equilibrada y baja que  lo  sede,  o animosa y
tierna que lo alegre, evitando la voz enfadada que lo  puede
irritar y a veces provocar el llanto.

Se orientará a los padres para que familiaricen
al niño con personas y ambientes desconocidos, pero sin
forzarlo, cuando muestre desagrado  o timidez  ante una
persona. Lo puedes llevar de paseo por  el centro educativo
y ponerlo en contacto con otros niños y adultos,
señalándole a  personas, nombrándolas y
preguntándole dónde está?¿,
Quién es? Y conversándole sobre las personas que va
conociendo. Al  relacionarlos con  los  adultos se
debe evitar que éstos lo abrumen con  caricias
 o expresiones exageradas que pueden atemorizarlo; se debe
propiciar que el  niño identifique la voz de la
mamá y se alegre al sentirla  cerca. También
permitirás que pase su mano por rostros
familiares.

Tanto el educador (a) como las auxiliares
pedagógicas deben  participar en  la actividad
lúdicra del niño, permitiéndole el
 contacto  físico mediante  las actividades
psicomotrices, musicales y en el aseo.  Con los mayorcitos
 se  propiciarán relaciones con otros
niños  de  su  edad, dejando que se
acerquen, observen, toquen, jueguen entre  ellos (con
cuidado de que no se arañen, muerdan o halen los cabellos)
y  agrupándolos al desarrollar actividades, como por
ejemplo: junto con el niño que se tiene en brazos
alcanzará a otro, o esconderá a un niño
debajo de  un pañal, proponiéndole a otros que
lo busquen, dónde está Gisela?, Gisela no
está; quitará el pañal y dirá:
Mírenla, está aquí!. Otros  ejemplos de
juegos que se pueden utilizar son: "Juego  con  el
espejo", "Huye que te cojo", "Dónde está el nene",
"El nene baila", "Juego  del  pañal",
juegos con títeres y canciones  sencillas  como
"Arroz con leche" entre otras.

Cuando  se retira una persona se
aprovechará  para decir adiós  con
 la mano y estimular al niño a que lo haga
igual.

Al finalizar el primer año es necesario que
enseñar al niño a comprender  la
 expresión "no se puede". Por ejemplo, si el
 niño  quita  un juguete, "no se puede
hacer eso", y se le muestra dónde puede coger un juguete
igual, o se le dirige su atención hacia otra cosa; si el
niño obra bien, se alabará y aprobarán sus
acciones. Las emociones positivas  o negativas que surgen en
el niño cuando el adulto lo aprueba  o censura,
 contribuyen a la comprensión de lo que es bueno y de
lo  que es malo, esto es una condición esencial para
su desarrollo moral. En este año de vida la
formación de hábitos está relacionada con
 la satisfacción  de  las necesidades
básicas del niño.  El educador (a)
desempeña un papel fundamental en dicho trabajo, ya que al
 organizar la vida del niño, es decir, al garantizar
que de la misma forma y a la misma hora, coma, duerma,
está limpio y mantenga una vigilia activa, creará
 las bases  para la formación de hábitos
y un  buen estado emocional.

Especial  atención se debe prestar a los
hábitos alimentarios  por  su
contribución al estado de salud del niño. En
ello desempeña un  papel fundamental el personal
docente y el de salud, por lo que deben lograr el trabajo
conjunto para posibilitar un adecuado estado nutricional  y
evitar  así la mal nutrición por exceso
o por defecto en los niños  de estas
edades.

Para formar hábitos vinculados al proceso de
alimentación es necesario enseñar al niño a
tomar alimentos líquidos y comer  semisólidos,
 teniendo en cuenta que estos últimos se
introducirán de forma paulatina, y a degustar alimentos de
diferentes sabores, texturas y temperaturas, de acuerdo con la
guía de ablactación, teniendo en cuenta las
indicaciones  del médico. Al alimentar al niño
es necesario acompañar  con palabras  todas
 las acciones vinculadas a la comida, y cuando  se
 le enseñe  a comer un nuevo alimento se ha de
ser especialmente  cariñoso con él.

Aprenderá, a colocar las manos en el
biberón siempre que se  alimente con  él,
de forma que tenga una participación activa en  su
 alimentación; así como a comer bien de la
cucharita, tomando el alimento con los labios, lo que se comienza
desde que se introducen los puros;  se iniciará
 además,  en  el manejo de la cucharita a
partir  de  los 11 meses. Aprenderá a tomar
alimentos líquidos en el jarro que el adulto sostiene
 a partir de los 7 meses, llegando a beber del jarro
 por sí solo.  Es fundamental que habituar al
niño a comer sentado a la  mesa desde que se sienta
solo.

Se tendrá en cuenta el desarrollo del niño
para ponerlo en la posición adecuada al alimentarlo; si
aún no se sienta solo, recibirá el alimento en
brazos, cuando se siente solo, se alimentará en la mesa
duplex y cuando inicie la marcha independiente, en la mesa
baja.

Al realizar este proceso es muy importante tener en
cuenta las  medidas higiénicas siguientes:

– Cumplimiento del horario de alimentación
basándose en la libreta del primer alimento. (Hay que
despertar al niño para que se  alimente, lo que
hará que se adapte rápidamente y se despierte en
tiempo.

Higiene personal
del adulto, lavado escrupuloso de las manos, uso del naso buco
cuando lo alimente en brazos.

– Uso del babero y servilletas.

Otro  aspecto de gran significación en esta
edad es el trabajo  en  la formación de
hábitos higiénicos, lo que se logrará
acostumbrando  al niño  a que está
limpio, por eso es importante garantizar  el
 baño con lavado de cabeza diario, la higiene bucal y
el inicio del  trabajo en el control de esfínteres, y
su aseo cada vez que lo requiera. Especial atención se
prestará también a los hábitos relacionados
 con el proceso  de sueño, los que
garantizarán su  duración y
 carácter, estableciéndose  de  esta
forma, una relación adecuada con  los
 demás procesos. Para ello se evitará excitar
al niño antes, ya que demorara en  dormirse y su
sueño será intranquilo; por el contrario, se
 creará una situación  de tranquilidad,
lo cual es muy  importante  para  el proceso
 de inhibición que precede al sueño. Se debe
garantizar  que la  cuna  está
moda con
superficie plana y pañales  estirados  y la
disminución  de estímulos de luz y sonidos del
medio  ambiente. Todo ello propiciará que el
niño duerma profundamente y despierte
tranquilo.

Resulta  indispensable  también
 mantener en todo momento  una  buena higiene en
la sala, limpieza, ventilación,  iluminación  y seguridad y una
atmósfera agradable, caracterizada por un tono de voz
bajo, suave y cariñoso que permita una comunicación
afectiva con  los niños,  lo  que
influirá positivamente en su desarrollo  emocional
 y estimulará la correcta formación de
hábitos.

Por la importancia en este año de vida, del
trabajo para el desarrollo de las emociones positivas, la
formación de hábitos y el  cumplimiento del
horario de vida, deben trascender los marcos del centro
educativo, llegando a la familia por medio de diferentes
actividades de orientación  tales como: charlas,
entrevistas,
activos de
 padres,  murales, bibliotecas de
padres, y todas aquellas iniciativas que puedan contribuir a una
adecuada educación.

Para la
organización y ejecución práctica del
trabajo de formación de hábitos culturales y
alimentarios se consultara sistemáticamente  el
folleto  de metodologías  en el cual aparecen
 plasmadas  las formas correctas de trabajar cada uno
de los hábitos previstos.

 

 

 

 

Autor:

MARCO MUÑOZ

 

Partes: 1, 2
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